La Ley Karin, que entró en vigencia en Chile este 01 de Agosto del 2024, surge en respuesta a la necesidad urgente de proteger a las víctimas de crímenes violentos, teniendo un impacto significativo no solo en el ámbito judicial, sino también en el empresarial.

En este artículo, exploramos qué es la Ley Karin, cómo impacta a las empresas y qué medidas deben tomar las organizaciones para cumplir con esta normativa.

Ley Karin (N° 21.643), que modifica el Código del Trabajo para fortalecer la prevención, investigación y sanción del acoso laboral, sexual y la violencia en el ámbito laboral.

La normativa lleva el nombre de Karin Salgado Novoa, una técnica en enfermería del Hospital Herminda Martín de Chillán quien se quitó la vida el 12 de noviembre de 2019, tras sufrir acoso laboral por parte de sus colegas y superiores.

Esta ley fue promulgada en Chile con el objetivo de fortalecer la protección y asistencia a las víctimas de delitos graves. Esta legislación se enfoca en proporcionar medidas de apoyo, seguridad y justicia rápida para quienes han sufrido crímenes violentos, mejorando así su calidad de vida y facilitando su recuperación.

La implementación de la Ley Karin implica que las empresas deben estar más atentas y preparadas para responder ante situaciones que involucren a empleados víctimas de delitos violentos. A continuación, detallamos algunos de los principales impactos de esta ley en el ámbito empresarial:

1. Políticas Internas de Apoyo y Protección
Las empresas deben desarrollar y actualizar sus políticas internas para asegurar que se brinde el apoyo adecuado a los colaboradores que sean víctimas de delitos violentos. Esto incluye la creación de protocolos claros para denunciar incidentes y proporcionar asistencia legal y psicológica.

2. Consciencia Laboral
La Ley Karin impulsa un cambio cultural en las empresas, elevando la conciencia entre los colaboradores sobre la gravedad del acoso y la violencia en el entorno laboral. Al comprender mejor los riesgos y consecuencias de estos actos, los empleados podrían tener más empatía y y estar comprometidos con la creación de un ambiente de trabajo respetuoso y solidario.

Esta conciencia no solo fortalece la cohesión del equipo, sino que también motiva a los colaboradores a ser proactivos en la prevención y denuncia de conductas inapropiadas, promoviendo una cultura de respeto y apoyo mutuo.

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3. Asistencia Psicológica y Legal
Las empresas deben ofrecer servicios de asistencia psicológica y legal a los colaboradores que lo necesiten. Esto puede incluir la contratación de profesionales especializados o la creación de alianzas con instituciones que provean estos servicios.

4. Flexibilidad y Apoyo Laboral
Es esencial que las organizaciones muestren flexibilidad con respecto a los horarios y la carga laboral de los empleados afectados por crímenes violentos. Proporcionar días libres adicionales, permisos especiales y ajustes en el puesto de trabajo son medidas que pueden ayudar a la recuperación del colaborador.

5. Comunicación Abierta y Sensible
Fomentar una cultura de comunicación abierta y sensible dentro de la empresa es fundamental. Los colaboradores deben sentirse seguros al reportar incidentes y confiados en que recibirán el apoyo necesario sin temor a represalias o discriminación.

El cumplimiento de la Ley Karin no solo es una obligación legal, sino también una responsabilidad ética para las empresas. Proteger y apoyar a los empleados víctimas de delitos violentos contribuye a un ambiente de trabajo más seguro y equitativo, lo cual puede tener un impacto positivo en la moral y productividad del personal.

Las empresas que cumplen con la Ley Karin no solo evitan sanciones legales, sino que también fortalecen la confianza del colaborador y mejoran su reputación en el mercado.

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